viernes, 16 de abril de 2010

Amigos y extraños con derechos

Soliloquio (y que me perdone Elizenda si termina siendo monólogo).

La verdad yo tampoco entiendo a las mujeres. Ni a los hombres, for that matter. A lo mejor el error radica en querer entender a un género completo cuando soy incapaz de entenderme sola. Pero ese no es el punto. La cosa es: ¿por qué es tan difícil tener una "relación" divertida, puramente física y sin miras al futuro?

Toda la semana le he dado vueltas y sólo tengo más preguntas que respuestas. ¿Por qué a las mujeres nos cuesta tanto aceptar que a veces sólo queremos pasar bien la noche? No sólo aceptarlo ante el chico que se acercó a nosotras sino internamente. ¿O en serio siempre andan buscando "tener novio", que les marquen al día siguiente, que las inviten a la comida familiar, casarse, tener hijos una camioneta y un perro? Por otro lado, ¿por qué a los hombres les cuesta tanto aceptar que a veces sólo quieren pasarla bien? No sólo aceptarlo para si mismos y su grupo de amigos, sino decírselo a la chica a la que le están invitando una cerveza. Finalmente, cuando uno es simple espectador, ¿qué nos importa si se conocen o no, si es el tercer ligue que la chava se echa en el mes, si la chica del brazo de nuestro amigo no cumple con los canones impuestos por el 90-60-90? Con nuestros juicios y comentarios los espectadores sólo jodemos más la situación.

En un mundo ideal (ideal según yo, claro está) las cosas serían un poco más simples. Todo se resumiría en que dos extraños se encuentran en el mismo lugar al mismo tiempo, uno se acerca al otro y después de una breve plática las intenciones se muestran: "Me gustas. ¿Quisieras intentar algo por hoy?" y la respuesta :"Sí", "No", "Estoy buscando algo más duradero". Todos de acuerdo, todo claro, sin tener que fingir que te importa a qué se dedica el otro, cuántos años tiene, si tiene correo electrónico o número telefónico. Nos evitaríamos el incómodo "Yo te llamo", que nunca llega o bien estar marcando a un número que no existe. Nos ahorraríamos tanto tiempo gastado en "Y ahora cómo me l@ quito de encima?" "Ash! ¿otra vez él/ella? " etc.

Si esto es difícil entre extraños, entre amigos puede ser la muerte. Hace poco alguien cercano escribía que el problema de los frees es que siempre hay un pendej@ que se enamora. Tiene toda la razón. Uno nunca debe aceptar una "relación de amigos con derechos" como la única forma de estar con la persona deseada. Igualmente no hay que asumir que el otro se va a poner raro al día siguiente de haber terminado besándose en plena borrachera. Si asumes que "las cosas van a cambiar" o que ya "le diste en la torre a la amistad" por tener contacto físico, el que se empieza a poner raro eres tú y ¿cómo esperas que reaccione el otro? Raro, of course. "A kiss is just a kiss" y al día siguiente tan cuates como siempre. Todos le tenemos miedo a despertar y encontrarse con la pregunta "¿Y entonces qué somos?". ¿Qué somos? Somos lo mismo que eramos ayer y si creías que terminar en mis brazos iba a cambiar la situación estabas en un error.

Conforme más lo pienso más me acuerdo de Brave New World [Aldous Huxley]. En la distopía de Huxley "Todos son propiedad de todos" y está bien visto salir con quien sea, sólo por placer. Aunque esto suena maravilloso, a diferencia de la novela yo creo que el amor no debe quedar de lado ni mal visto. Lo que sí envidio es la naturalidad con que los personajes se permiten intercambios placenteros. "Voy a salir con tal" dice Lenina y nadie contesta "¿y qué son tú y él?" o "Date a respetar y dile que o pone en claro qué quiere contigo o se acabó". (Claro que recuerdo que después le recriminan haber salido constantemente con la misma persona, pero creo haber aclarado que esa es la parte en la que ya no admiro a los personajes. Se van de un extremo al otro).

Si hombres y mujeres fueramos más honestos, tanto con nosotros como con los demás, las icosas serían más sencillas. No dejarían de ser complejas, porque hay un millón de factores que tomar en cuenta: si sales de un lugar con un desconocido rumbo a no-sé-dónde, si te subes al coche de un extraño, si no vas preparado y te vale usar condón, si terminas con un psicópata...etc. Pero al menos al menos habría menos cosas de las que preocuparse.

Yo, como siempre, no sé nada de nada. Sólo escribo lo que pienso a fin de exorcizar estas ideas que luego hacen que no tome la salida adecuada en el periférico o que ataque a todos mis amigos con preguntas parecidas. Sólo creo que deberíamos ser más cínicos, más libres. Creo que deberíamos evitar decirle zorra a la chica que se atreve a tener un "amigo o un extraño con derechos". Creo que debemos aceptar que el placer es sólo eso y nada tiene que ver con los sentimientos y el amor. Creo también estos dos era un duo malísimo, pero ah cómo me gusta esta canción:




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