Hay un millón de cosas que no entiendo, me pregunto, me molestán. Entre ellas están:
De 2010:
- No sé por qué pero desconfío de la gente que prefiere el té al café. Desconfío aún más de los que elogian el té. Comprendo a quienes catan vinos, licores y café pero, ¿té? ¿En serio?
- Entre más se acerca el festejo del bicentenario de la independencia más me molesta la idea. En primera creo que no hay nada que festejar dado el clima de violencia reinante. En segunda, ¿por qué tanto énfasis en la independencia y tan poco en la Revolución?
- ¿Qué con los hipsters? Tengo un par en mente, según yo. No los soporto, ergo, me cagan los hipsters. Creo...
- También creo que soy medio hipster.
- ¿A quién demonios se le ocurrió que hacer un partido México-España por el bicentenario de la independencia era buena idea? ¡Claro! Tomando en cuenta las incontables ocasiones en que se ha dicho que los deportes son un sustituto de la guerra, hagamos un partido entre ex-colonia y colonizadores para celebrar la independencia. Las implicaciones sociales del triunfo de un equipo notablemente superior no interesan. ¿Por qué no mejor un "Torneo de la independencia" entre las naciones que festejan lo mismo?
- ¿Cómo es que un ser humano terminó por fumar o inhalar algo por primera vez?
De 2011:
- Estoy segura que manejar deja ver la verdadera personalidad de las personas. Creo que por eso me da miedo vivir en una ciudad donde poner la direccional es sinónimo de "Por favor, acelera y no me dejes pasar".
- Además de desconfiar de las personas que prefieren el té, también desconfío de todo aquél a quien no le guste el helado. Bukowski me daría la razón.
- La experiencia me ha enseñado que las personas que odian el queso tienden a ser malvadas.
- Me parece terrible que haya hombres que no se den la oportunidad de probar un martini de chocolate sólo porque parece "trago de niñas".
- ¿En qué momento lo que era rechazado se volvió aceptado y luego alabado? Ahora beber mezcal, pulque, boings y lulú de piña es "cool". Lo peor es cuando, al cuestionarlo, te contestan "O sea, a mi siempre me ha gustado el mezcal. Lo que pasa es que tu eres una fresa". Sí, sí, sí....ajá. Espero que se crean sus mentiras.
- Odio cuando alguien contesta "es correcto" todo el tiempo. ¿Acaso creen que mi plática es una respuesta a un examen? En todo caso, ¿por qué no contestan simplemente "correcto"? El verbo está de más. La frase está de más. Bla